Fintas

finta

(Del it. finta, ficción).

1. f. Ademán o amago que se hace con intención de engañar a alguien.

2. f. Esgr. Amago de golpe para tocar con otro. Se hace para engañar al contrario, que acude a parar el primer golpe.

Las fintas son, en muchos deportes, un gesto que pretende engañar y hacerte creer que vas a ir por un lado, cuando en realidad, vas a ir por otro. En mi querido baloncesto son muy habituales, y en ocasiones acaban haciendo que el jugador que defiende al que lleva la pelota acabe en el suelo «roto» por una finta que cuando pretende evitar, le hace tropezar y desplomarse.
La vida a veces también te hace esas fintas, y te deja sentado con cara de imbécil.
Hoy releía textos que escribí hace unos meses, y me quedaba aturdido… mi seguridad en mi camino, en que lo que vivía tenía sentido, era demasiado grande para acabar cómo acabó todo. Era creyente en esa nube que me sostenía, y sin embargo, supongo que había silencios y secretos que no se reflejaban en el espejo, realidades que acabaron rompiendo la piedra, cómo las gotas hacen con las más grandes montañas con la erosión y mucho más tiempo del que hubo.
Quizás algunas relaciones tienen mucho de espejismo… a menudo adornamos la realidad para hacerla mejor de lo que es, y al más bello de los sentimientos debemos darle de beber presente, días cotidianos compartidos, momentos a medias, y sacarla adelante dando lo mejor de nosotros, los verdaderos sentimientos son a las duras y a las maduras, no hay «pasapalabras» ni escondites. Esas palabras, de las que soy tan amigo, no siempre tienen la profundidad que merecen, y al final no queda otra que aceptar que algo puede ser perfecto incluso siendo efímero…

«Nada perfecto dura para siempre
excepto en nuestros recuerdos.»
 
De «El Río de la Vida» (1992)
 

… a veces buscamos cómo perpetuar cosas que no nacen para durar o que no suceden en el momento adecuado, por mucho que nos aferramos a que así sea ¿Nunca os ha pasado eso de cruzaros con alguien especial en un momento gris para uno de los dos? La noria de la vida sigue girando… y no podemos dejar de buscarle sentido a todo, lo tenga o no.
Es inevitable que aunque una parte de ti se haya detenido, otra parte tuya, la cabeza, siga dando vueltas en esa noria intentando comprender todo. Supongo que hay que esperar un tiempo a que se pase el mareo, y aprender todo lo que se pueda. Si cierras los ojos, incluso puedes disfrutar del giro de la tierra, no porqué las cosas no duelan… sino porque ante todo y por encima de todo, la vida se abre paso, y en nuestro caso, sólo tenemos una.

Esa misma vida que a veces te hace una finta… poniendo ante ti un maravilloso oasis,
y cuando te dispones a beber de él sin medida hasta incluso morir ahogado,
te lo quita de repente, para dejarte tan atontado y roto como un vulgar patán,
revolviéndote en los brazos del huracán de este mundo de contrastes,
y poco después te planta ante el mismísimo palacio de Agrabah,
para confesarte al oído: «¡Eh!, qué tú… eres el sultán»

 

 




 
 

También te podría gustar...

PHP Code Snippets Powered By : XYZScripts.com