Entre la locura, la estupidez y la maldad.

Ayer, una amiga me contaba cómo por fin, después de unas semanas terribles, había conseguido romper con su ex-pareja y que él se fuera de casa. Por lo visto él llevaba semanas atacándola, gritándole como un loco, haciéndole reproches y demostrando que no era aquel santo varón que nos hizo...