«Sin decir nada» de Pepe Viyuela

Te estabas columpiando en esa sombra antigua del fondo del jardín. La luna acompañaba al cielo con canciones. Yo sólo te miraba. Eras para mis ojos. Bebía el corazón el balanceo de tu cuerpo en la penumbra. Y tú tampoco decías nada, eras el polen que cubría mis labios, fecundando...