Tu a mi también

— ¿Hablo mucho? — me dijo ella después de quince minutos en los que he de reconocer, llegué a preguntarme cómo cogía el aire. — Nooo — Le contesté, irónico y sonriente — Sigue por favor. Y siguió hablando, y disfruté de verle contarme lo más relevante de su trabajo,...