Tan solo respira…

Tan básico, imprescindible, cotidiano, que se nos olvida cerrar los ojos, sentirlo, de un modo consciente y propio, nuestro. Deja partir tus culpas, perdónate tus pecados, no olvides cuando te diste a los demás, las semillas que sembraste para el cambio ajeno. Y sobre todo… respira… sentido, tuyo, purificándote desde...