Amor ordenado

El otro día me encontré en Facebook este «poema» (en prosa), escrito por un chico (Neil Hilborn) con TOC (Supuestamente, no he conseguido confirmarlo). Sin duda, este vídeo da mucho que pensar, en primer lugar en la afección tan compleja que padece el pobre, y cómo para muchas personas establecer una relación es tan difícil, y en segundo, en cómo entendemos y vivimos el amor y las relaciones.
Estoy seguro que para la gente con TOC (y para tantos otros) es todo mucho más complejo de lo que aquí se plasma, y creo que esa parte queda perfectamente dibujada, pues no es difícil entender a ambas caras de la moneda, tal y como cuenta la historia del vídeo.

Esto me recuerda que no hace mucho, una amiga me hablaba de su exnovio hiperceloso y posesivo, un verdadero sufridor de la distancia entre ambos; no me costaba entender a ambas partes, pues yo pasé una etapa similar hace ya mucho tiempo, y lo pasé tan mal que aprendí por la fuerza, que una falta de autoestima lleva a los celos, y estos llevan a ver fantasmas, los fantasmas al miedo, el miedo a la inseguridad, la inseguridad a los celos… y es un círculo que debemos romper si no queremos pasarlo muy muy mal. Debemos ver si esos celos tienen un motivo oculto, como que sintamos que un zorro sea amante de visitar otros gallineros, o por el contrario son el reflejo de un pasado propio y unas experiencias que dejaron huella pero que no forman parte de la persona que nos acompaña en ese momento.
Y es que querer bien es incluso más importante que querer a alguien. En esta era de «espacios propios», hay que respetar el crecimiento de tu pareja, darle fuerza en sus pasos sin que eso se la quite a los tuyos, encontrar el tan ansiado equilibrio. Muchas relaciones rodeadas de celos, posesión, faltas de respeto y demás venéreas están condenadas al fracaso, duren lo que duren.
El amor… es un cuchillo de triple filo, con el que no puedes jugar sin cortarte, pero que merece la pena vivirlo… sin miedo a coleccionar cicatrices.